En este episodio del podcast de Nico Orellana, Ricardo Soto (como médico y autor de Consciente Creador) exploraron tres grandes temas: los desafíos de la medicina tradicional, la importancia de la espiritualidad en todo lo que hacemos, y cómo descubrir el propósito en nuestra vida.
Comparto aquí algunas ideas de este
La vida, en su perfección, no nos da lo que queremos si no estamos preparados para recibirlo. Si el miedo domina nuestra relación con las deudas, las finanzas, o incluso nuestras propias limitaciones, será difícil avanzar. El propósito de nuestra vida no es algo que simplemente aparece. Es algo que decidimos, algo que declaramos con claridad y amor. Aceptar nuestra mortalidad, lejos de ser una carga, puede convertirse en el motor más poderoso para vivir plenamente.
Estudiar medicina convencional es un camino hermoso, profundamente arraigado en la vocación de servicio. Sin embargo, las herramientas que ofrece no siempre abarcan todo lo que somos como seres humanos. Aceptar esto no es rendirse, sino abrirse a nuevas posibilidades. Reconocer nuestra ignorancia, más que una debilidad, es una oportunidad maravillosa para aprender, para volver a ser alumnos de la vida, en lugar de querer saberlo todo.
A menudo, nos encontramos juzgando o rechazando lo que no entendemos. He sido culpable de esto: miraba a colegas que aceptaban participar en programas de televisión y pensaba que se "vendían." En realidad, ellos simplemente estaban explorando nuevos caminos, mientras yo permanecía atrapado en un paradigma cerrado. Lo que no entendemos a menudo refleja nuestras propias inseguridades.
Se habla también de cómo muchas veces la medicina tradicional separa lo físico de lo emocional o espiritual, cuando en realidad somos un todo integrado. No se trata solo de tratar órganos individuales; se trata de sanar almas. Y esa sanación no puede venir de una relación basada en jerarquías rígidas, sino desde la compasión y el amor.
La espiritualidad no es algo lejano ni místico. Es recordar que somos más que un cuerpo físico. Es aceptar que dentro de nosotros existe un ser que busca evolucionar. El ego, aunque muchas veces se percibe como un obstáculo, tiene un propósito: mostrarnos lo que no somos, para que podamos descubrir nuestra verdadera esencia. Sin el ego, no podríamos conocernos completamente.
Este camino hacia el autoconocimiento, hacia el amor por lo que somos, no es fácil. Requiere aceptar nuestras limitaciones, enfrentar nuestros miedos y dejar ir lo que ya no nos sirve. Cuando hacemos esto, nos convertimos en conscientes creadores de nuestra vida. Vivimos con propósito, no por accidente.
Finalmente, un tema profundo: la importancia de encontrar nuestro propósito. Muchas veces esperamos que la vida nos lo muestre, cuando en realidad debemos crearlo. El propósito no es solo algo que hacemos; es algo que somos. Y cuando lo descubrimos, todo cobra sentido. Nuestra vida se alinea, nuestras decisiones se simplifican y nos convertimos en faros para los demás.
Si te resonaron estas ideas, te invito a reflexionar: ¿qué puedes hacer hoy para vivir más en coherencia con quien realmente eres?
Gracias a Nico por esta conversación llena de significado!