“Hay tanto para amar y admirar en esta vida qué es un acto de ingratitud no estar feliz y contento con esta existencia, la mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del ser humano que la mira.”
Lin Yutang fue un escritor chino que dijo frases como la de arriba y nació en el suroeste de ese país en una región montañosa que le influyó de tal forma que se consideraba hijo de las montañas. Cuando Lin Yutang tan murió en el año 76, fue difícil comprender la dimensión de todos sus escritos y sus libros “vive como si no fueras a morir nunca”, “actúa como si fueras a morir mañana”…eso decía. Este hombre amaba tanto la vida y la soñaba que expresaba lo siguiente: “si no puedes vivir una vida bella debes soñarla, imaginarla.
Hoy a mis 30 años, soy consciente que la vida pasa muy rápido y en esta escuela de experiencia, de errores y aciertos independiente de la edad que tengas hoy; “hay que aprender a envejecer”. Lin Yutang sobre este tema escribió lo siguiente:
“Tú ya no tienes muchos años para vivir y además no podrás llevarte nada cuando te vayas por lo cual debe ser muy ahorrativo pero sin sacrificar tu bienestar, gasta el dinero que debe ser gastado, disfruta lo que deba ser disfrutado y dona todo lo que se te sea posible, no te preocupes por lo que pasará cuando te hayas ido porque cuando te vuelvas polvo no sentirás si te alaban o te critican, si te visitan al cementerio o si te olvidan. El tiempo para disfrutar la vida es este momento y los bienes que tan difícilmente ganas, debes gozarlos. No te preocupes mucho por tus hijos porque ellos tendrán su propio destino y encontrarán su propio camino. Cuida en especial a tus nietos, ámalos, consciéntelos y también trata de disfrutarlos mientras puedas. La vida debe tener más cosas que trabajar desde la cuna hasta la tumba, despiértate entonces diariamente y disfruta un día más de vida sin peleas con nadie, sin rencores, no esperes mucho de tus hijos. Los hijos aunque se preocupen por sus padres, también estarán continuamente ocupados con sus trabajos, sus compromisos y con su propia vida. Muchos hijos que no se preocupan de sus padres pelearán por sus bienes aun cuando todavía están vivos y desearán que pronto dejen esta vida para poder heredar sus propiedades y riquezas. Si ya tiene 65 años o más no intercambias tu salud por riqueza trabajando en exceso ya que estarás cavando tu temprana sepultura de 1000 hectáreas sembradas de arroz cuando solo puedes consumir media taza diaria y de 1000 mansiones solo necesitas un espacio de 8 metros cuadrados para descansar en las noches. Así que si tienes alimento y algo de dinero para tus necesidades, no necesitas más. Trata de vivir feliz pues solo tienes una vida, no te compares con otros midiendo tu fama, tu dinero, tu estatus social, velando por ver los hijos de quienes tienen más éxito y en lugar de eso reta a tus hijos a que logren felicidad, salud, gozo y calidad de vida. Acepta las cosas que no puedas cambiar, si te preocupa demasiado puedes estropear tu salud. Crea tu propio bienestar y encuentra tu propia felicidad haciendo cosas que te diviertan y alegren diariamente.”
Un día sin felicidad es un día que pierdes, teniendo buen ánimo la enfermedad se curará, pero teniendo un espíritu alegre la enfermedad se curará más rápido o nunca se acercara. Con buen carácter adecuado, ejercicio, alimentos sanos y un consumo razonable de vitaminas y minerales tendrás vida saludable y placentera pero sobre todo aprende a apreciar la bondad en todo, en la familia, los amigos…ellos te harán sentir joven reviviendo los buenos momentos y los pasajes interesantes de tu vida.
Luego de compartir esta reflexión del Lin Yutang y que se hizo llamar el hijo de las montañas, qué tal si te preguntarás cuál es el sentido que tuviste para qué estés aquí? Acaso por estar joven hoy, se te olvidó que desde que nacemos estamos envejeciendo? Qué tal si te acercas a seres que te aporten conversaciones sanas, profundas y nutritivas? Qué tanto aportan a tu vida esos compañeros de viaje con los que interactúas?
Sí tienes claro que la vida pasa rápido, ¿que estás esperando para tomar decisiones nuevas y entender que todo lo difícil se vuelve fácil cuando aprendes?. La tierra y el cielo, bosques y campos, lagos y ríos, la montaña y el mar son excelentes maestros de escuela y nos enseñan a algunos de nosotros más de lo que podemos aprender de los libros. Ojalá que así como prácticas levantarte a diario y mirarte en el espejo, practiques el arte de envejecer continuamente con una mente joven, dispuesta, cargada de sueños y liviana de equipaje…acompañada de un gran amigo tú mismo