Estuve en París (28/05/2012) y antes de contarles sobre Roland Garros, quiero mostrarles un video que grabé para mi madre (2 min.)
Continúa la aventura: acá me movilicé con el “METRO”, porque aquí también hay METRO, tomé el mapa, ubiqué un lugar que por la T.V. es un sueño, sin saber mucho francés, en realidad nada de francés, pregunté cómo llegar allí, por suerte mucha gente iba allí a ese tan increíble lugar con el que cada jugador de tenis sueña, conocí a unos australianos que también iban allí y me fui con ellos, de pronto llegué a una estación de metro donde Roland Garros estaba escrito por todas partes
Mis manos tiritaban, en mi cabeza estaban esos recuerdos de amanecidas en Chile por ver los partidos, ahora era real, el sol estaba delante de mí, los australianos parecían acostumbrados a este tipo de cosas, era mi primera vez, en ese momento solo esas grandes palabras estaban en mi cabeza: ”ROLAND GARROS”, cuando subí las escaleras del metro, mis ojos quisieron expresar su felicidad, porque mis extremidades ya se habían expresado a través del tiritar, lloré de felicidad solo al subir el metro y ver mucha gente que iban a ese lugar, pensé en mi mami, porque gracias a ella estuve allí, te amo mami, nunca más quiero viajar sin ti, siempre juntos, o al menos cerca... Seguí caminando, estaba nervioso, mis pies querían correr y mi cabeza solo pensaba en esas grandes palabras, quien diría, ese niño que algún día estuvo jugando contra una pared en la comuna de Quinta Normal, estaría en donde los maestros juegan, si imaginarlo es increíble, el sentimiento es impresionante...
Llegué a la entrada, me hablaron en francés, no entendí, pero no importó hice lo que debía hacer, mi cuerpo se puso tenso, suspiré, lloré, los nervios de todo mi cuerpo se expresaban, respiré profundamente y entré......... Para sorpresa mía, llegué temprano, aproveche de conocer el lugar, era gigante, ví los nombres de las canchas, jugadores famosos entrenando unos con otros, gente de todo el mundo dando su opinión, otros como yo andaban solos, pero tenían esa cara de felicidad, esa cara que uno reconoce en otros, esa cara que yo también tenía, era una experiencia única....
Pasaron unos españoles que estaban programando el día, entonces hice lo mismo, programé a donde iría y a quien vería, fue difícil decidirlo porque habían muchos jugadores buenos, en fin, solo veía las canchas donde el público más gritaba... Primer jugador que fui a ver, fue Hewitt.
Era muy divertido cuando el gritaba come on!!!! La velocidad, la potencia, la fuerza, la mentalidad, esas ganas de jugar, esas ganas de ganar, todo eso los hace increíbles, son cuerpos preparados para la guerra, se caen, se enojan, se apoyan, no se rinden hasta la última pelota, no se cansan, son increíbles.... Solo quiero escribir los sentimientos que experimenté ese día, contar partido por partido no tiene sentido, es mejor escribir ese sentimiento que experimenté al estar ahí, al ver a los jugadores casi a 3 metros de mí, al ver sus caras, al ver esos potentes golpes perfectos, al ver esa resistencia física y mental, en fin...
Davydenko, que gran maestro es, lo vi perder, pero fue increíble verlo, no mucha gente lo recuerda, pero yo quería una foto con él pero estaba demasiado enojado, así que lo dejé ir, pero me habría gustado decirle que fue una gran inspiración para mí para seguir jugando tenis, es un gran jugador..... Paseando por las canchas me tomé fotos para que la gente me crea que estuve ahí, porque para eso son las fotos, pero también para recordar ese sentimiento que sentí cuando estuve allí.
Paseando por las canchas también era increíble ver como los jugadores entraban, salían o caminaban simplemente por algún lugar en Roland Garros, que increíble era solo el hecho de verlos... Encontré un jugador de Alemania , Becker no estoy seguro de cómo se escribe pero él me hizo recordar ese sentimiento que siente el jugador, porque los de afuera simplemente opinan acerca de lo de adentro, pero el que juega pasa por muchas fases mentales, el cada vez que su oponente llegaba a pelotas imposibles o metía unos Winners increíbles, preguntaba en voz baja: “¿Por qué sigue jugando?”.. Y eso me quedó en la cabeza, porque yo nunca me concentré en mi oponente cuando jugaba, simplemente asimilaba que él quería ganar al igual que yo, pero nunca me había preguntado eso, y el mismo (Becker) se respondía: “no existe otra oportunidad más que la de hoy para jugar como nunca antes has jugado tenis”.... Eso quedó de recuerdo, no sé si habrá ganado, pero me quedaré con su frase....
Al finalizar el día fui a ver a Stepanek, de República Checa, jugó contra uno de Bélgica, porque habían banderas de Bélgica por todos lados, parecía copa Davis, solo que Stepanek estaba solo contra todo el público, yo lo quise apoyar, y no entiendo su idioma, pero hay expresiones que no es necesario entender el idioma para entender el significado, “el idioma del cuerpo”, me enseñó muchas cosas, primero el sentimiento que tuvo: “Entró a la cancha y vio por lo menos unas 10 banderas de Bélgica y unas 200 personas gritando el nombre del otro jugador, con eso para mí basta para bajar mi confianza, pero el simplemente saludo y sonrió. Perdió el primer set 6-2, estaba tenso y no encontraba su ritmo, todo se veía mal, se veía cansado, el otro jugador parecía como si no hubiera pasado nada, el público lo aplaudía, se cayó al menos 2 veces mordiendo la arcilla, pero sus ojos, decían: “voy a ganar”, no se apoyaba, pero aun así hizo puntos increíbles que yo aplaudí, y me quedé hasta el tercer set, y él había ganado el 2do y 3er set (6-4,6-2).....
Aprendí que por muy difícil que parezca la victoria al final del camino, simplemente hay que creer en uno mismo, se ha comprobado muchas veces, y esta ocasión ya podría ser otra más de una de ellas. Vi de todo ese día, aprendí mucho, y por sobre todas las cosas me di cuenta de que ese sentimiento de felicidad que todo tu cuerpo quiere manifestar, es lo que te inspira, lo que te deja con hambre, lo que hace tener más ganas de seguir viviendo.